viernes, mayo 30, 2008

El síndrome burnout en médicos hispanoamericanos.

Un estudio realizado on line en www.intramed.com, sitio del cual tomo el siguiente resumen, que habla sobre el 'desgaste' que crónicamente y subclinicamente padecemos los médicos en cualquier rama de la medicina.
A veces sentimos que una vacación multifraccionada de 7 días cada mes, como que nos caería algo 'bien'. Todo con el objeto de 'enfriar' ese 'burnout' que padecemos, y que venimos incubando desde el área clinica de nuestra formación como médicos generales hasta nuestra formación de especialista, y sigue en nuestro trabajo diario aunque ya no estemos en formación academica obligada.
Lée el resumen a continuación:

Armand Grau, Daniel Flichtentrei, Rosa Suñer, Sílvia Font-Mayolas, María Prats y Florencia Braga
IntraMed
RESUMEN

A continuación se expone el resumen y la introducción del trabajo:

En función de los diversos modelos explicativos del síndrome de burnout, se han elaborado diferentes cuestionarios para evaluar este constructo siendo el más implementado el Maslach Burnout Inventory (MBI). Además, en el intento de evaluar este síndrome de una forma más rápida y ágil, diversos autores han elaborado otros instrumentos con un menor número de ítems.

El presente estudio tiene como objetivos:

1. Estudiar la prevalencia del síndrome de burnout percibido, mediante una medida simple autoinformada de burnout, analizando su asociación con las escalas del MBI.

2. Estudiar los factores demográficos y laborales asociados al burnout percibido.

3. Relacionar el burnout percibido con aspectos y valoraciones de la esfera personal y laboral.

La muestra está formada por 6150 profesionales sanitarios latinoamericanos (principalmente de Argentina pero con representación de México, Ecuador, Perú, Colombia, Uruguay, Guatemala y España, entre otros) con un 52.7% de varones y una edad media de 42.4 años. Se les administró un cuestionario “on line” a través del portal sanitario IntraMed para medir características, percepciones y valoraciones personales y laborales, una pregunta simple para evaluar la percepción de burnout (“¿se siente usted <> o con síndrome de Burnout?”) y el MBI.

Los resultados indican que el 36.3% de la muestra tiene la percepción de “estar quemado” o con burnout. El burnout percibido se encuentra muy relacionado con el Cansancio Emocional y es independiente de la Despersonalización. El burnout percibido se asocia a la sensación de deterioro personal y familiar por las condiciones laborales, y al planteamiento de abandono de la profesión.

• Palabras clave: burnout, profesional sanitario, percepción, evaluación.

INTRODUCCIÓN



El síndrome de burnout o síndrome de desgaste profesional, descrito por primera vez en los años setenta, aparece ante una respuesta continuada al estrés laboral, afectando la salud de los trabajadores así como a sus relaciones laborales y sociales (Freudenberger, 1974; Maslach, 1976; Pines y Aronson, 1988). Este fenómeno es experimentado especialmente por trabajadores que cuidan y ayudan a otras personas como sanitarios y docentes, es decir, por personal que trabaja en la “relación de ayuda” (Alarcón, Vaz, y Guisado, 2001; Maslach y Pines, 1977). En los profesionales sanitarios, el síndrome de desgaste profesional está relacionado principalmente con la insatisfacción laboral, la falta de reconocimiento social, un menor control sobre el trabajo, la conflictividad en las relaciones interpersonales, la autopercepción de baja remuneración y el hecho de cuidar pacientes con muchas demandas (Gil-Monte, Carretero y Roldán, 2005; Maslach, Schaufeli y Leiter, 2001; Ramirez, Graham, Richards, Cull y Gregory, 1996).

Se han escrito numerosas definiciones del síndrome de burnout, pero la más aceptada es la propuesta de Maslach y Jackson (1981). Estos autores explicaron el burnout como una respuesta inapropiada al estrés, caracterizada por agotamiento emocional (no poder dar más de sí mismo en el ámbito emocional y afectivo, cansancio físico y psicológico), despersonalización (distanciamiento emocional de las personas con las que trata en el trabajo, desarrollo de sentimientos y actitudes de cinismo, de carácter negativo hacia las personas destinatarias del trabajo) y falta de logro personal (baja realización personal en el trabajo).

Aunque en sus inicios el burnout se entendía como un estado, las investigaciones actuales se centran en este síndrome como un proceso, resultado de la interacción de diversos factores internos y externos del trabajador (Alarcón y cols., 2001; Gil-Monte y Peiró, 1997). Considerado como un estado, el síndrome de burnout ha sido evaluado con una variedad de instrumentos en colectivos sanitarios, docentes y otras profesiones de ayuda (Gil-Monte, 2007; Gray-Toft y Anderson, 1981; Jones, 1980; Kristensen, Borritz, Villadsen y Christensen, 2005; Moreno, Gálvez, Garrosa y Mingote, 2006; Pines y Aronson, 1981). De entre todos ellos, el instrumento de evaluación más clásico y conocido es el Maslach Burnout Inventory (MBI) constituido por tres escalas que miden la frecuencia con que los profesionales perciben baja realización personal en el trabajo, agotamiento emocional y despersonalización (Maslach y Jackson, 1986).

En el intento de evaluar el síndrome de burnout de una forma más rápida y ágil, diversos autores han elaborado instrumentos con un menor número de ítems. De la Gándara, García, González y Álvarez (2005) han desarrollado el Cuestionario Urgente de Burn-Out (CUBO), que mide con seis preguntas este síndrome, cuantificando de forma global el desgaste profesional. En la misma línea, Pick y Leiter (1991) utilizaron dos medidas del burnout en una muestra de 34 enfermeras canadienses: el cuestionario MBI y una sola pregunta respecto a si en el momento actual se sentían quemadas o afrontaban bien el estrés laboral. Al comparar las dos medidas, se observó que las enfermeras que se auto - diagnosticaban burnout presentaban mayor puntuación en la escala de agotamiento emocional del MBI que las enfermeras que se auto-diagnosticaban un afrontamiento idóneo del estrés laboral, sin que se detectaran diferencias en las escalas de despersonalización y realización personal.

Asimismo, Rohland, Kruse y Rohrer (2004) evaluaron el burnout en una muestra de 307 médicos norteamericanos mediante encuestas enviadas por correo que incluían las subescalas del MBI, así como una pregunta única sobre el burnout con cinco opciones de respuesta que abarcaban cinco niveles sobre la autopercepción de burnout (desde su ausencia a sentirse completamente quemado). Los resultados indicaron una asociación entre las puntuaciones en la subescala de agotamiento emocional del MBI y la respuesta a la pregunta única, sugiriendo los autores el posible uso alternativo de la pregunta única en la evaluación de este componente en el colectivo médico.

El presente estudio tiene como objetivos: 1. Estudiar la prevalencia del síndrome de burnout percibido, mediante una medida simple auto-informada de burnout, analizando su asociación con las escalas del Maslach Burnout Inventory. 2. Estudiar los factores demográficos y laborales asociados al burnout percibido. 3. Relacionar el burnout percibido con aspectos y valoraciones de la esfera personal y laboral.



Autores: Armand Grau 1,3, Daniel Flichtentrei 2, Rosa Suñer 1,4, Sílvia Font-Mayolas 1,5, María Prats 2 y Florencia Braga 2.

1 Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida, Universidad de Girona, España.
2 www.Intramed.net, Argentina.
3 Unidad Coordinadora de Calidad, Formación e Investigación, Fundación Salud Empordà
4 Departamento de Enfermería, Universidad de Girona, España.
5 Departamento de Psicología, Universidad de Girona, España.

1 comentario:

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