jueves, marzo 04, 2010

¿Por qué amo ser Médico?

Porque dormir más es vivir menos.


Porque vaya a donde vaya, solo veo virus, bacterias y parásitos (que NO son lo mismo...).


Porque he aprendido a mirar a las personas de otra manera.

Porque les puedo calcular la edad y cuanto pesan cuando los veo...

Porque puedo comer hasta lo impensable y no me hará daño.

Porque necesitaba saber cuánto café puedo soportar, cuánto tiempo puedo aguantar sin comer, dormir, tomar agua, evacuar y orinar.

Porque es maravilloso que las personas te vean como un ser sobrenatural que no tiene necesidades básicas y es sorprendente que no crean que las tienes aunque lo digas explícitamente.

Porque me encanta que los domingos a la hora de la comida familiar me pregunten qué se toman para cierta molestia que lleva meses y hasta ahora que me ven se acuerdan.

Porque nadie sabrá nunca en que turno trabajas por más que intentes explicar tu calendario de turnos.


Porque tus éxitos serán atribuidos al avance de la ciencia y la tecnología o a Dios, pero tus fracasos siempre te pertenecerán sólamente a tí.

Porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie más puede... y es más interesante estar trabajando cuando todos los demás están de vacaciones.

Porque tus ojos brillaran de una forma diferente cuando veas las venas de tus amigos y pienses: ahí entraría un cateter número 18 sin problemas; o el cuello para ver si puedes ponerle un catéter
, etc...

Porque la sensación de sacar a alguien de un paro cardiorrespiratorio aporta mas adrenalina que el salto en bongie.

Porque se de enfermedades que no salen ni en "ER", "Dr. House", "Anatomía de Grey" ni en "Expedientes Secretos X"...

Porque sabes que estos programas donde los médicos hacen todo, desde recibir al paciente, hacerle los exámenes, radiografías, ponerle una venoclisis y pedir estudios cuyos resultados llegan en minutos, son FALSOS!!!

Porque es un reto increible explicarle a tu paciente lo que tiene durante una consulta, cuando a tí te tomó años entenderlo.

Porque soy inmune a todos los mitos y creencias populares que tanto aterrorizan a mis pacientes.

Porque me niego a comprar todos los productos para ponerme en forma que me venden a las 4 de la mañana, mientras me como un bocadillo rico en calorias.


Porque no me imagino la vida sin saber qué es lo que contiene mi cuerpo y cómo funciona.

Porque he sacado cosas insospechadas de agujeros insospechados.

Porque la mejor adivinanza es tratar de saber qué medicamentos toma tu paciente en base a las características de la caja, el tamaño y color de la tableta o la letra que hay grabada en ella.

Porque los pacientes me lo agradecerán algunas veces, pero yo siempre me sentiré satisfecho, aunque sólo algunos recuerden mi nombre.

Porque el hospital es mejor que un Big Brother, una aventuras en África o una granja de famosos... la vida en él es un collage de aventuras increibles, historias hilarentes y tragedias impensables.

Porque ver el amanecer mientras cenas es algo maravilloso.

Porque es todo un reto abrir tú solo un paquete estéril.

Porque la falta de recursos para ejercer mi profesión aumenta mi creatividad.

Porque se que lo que no se arregla con tela adhesiva, no tiene solución.

Porque quieres experimentar por ti mismo que se siente al tener 25 enfermos a tu cargo.

Porque cuando entras al turno a las 7 am, nadie sabe lo que te deparará el resto del día y la noche, algunas veces no sabes siquiera cuándo terminará...

Porque voy a tener suministro de muestras médicas, consultas con amigos especialistas y condones gratis toda mi vida.

Porque mis amigos y familiares se acercan a mi y me llaman a casa con frecuencia, aunque sea sólo para preguntarme que es lo que pueden tomar y casi nunca si ya comí o cómo me siento.

Porque es un reto pensar a quién puedes hablar cuando tú estás enfermo.
Porque puedes ir al trabajo en pijama y quedarte con ella todo el día.
Por decidir en un instante en qué inviertes tus 20 minutos libres: comer o dormir, dormir o comer???

Porque para quienes creemos en un Ser Superior, tenemos el privilegio que EL ha podido guiar tus manos en todo momento dificil, verte directamente a los ojos cuando atendiste tu primer parto y comprendiste el milagro de la vida o cuando acompañaste a alguien a morir y sentiste su despedida y el dolor de su gente.

Porque la mejor paga no esta en tu boleta de pago, sino en la mejoría de tu paciente.

Porque aún cuando tu tratamiento no resulte como esperabas, siempre te quedará la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba a tu alcance.

Porque sabes lo que es no tener vida social y... no importa, tu vida social esta dentro de un hospital, donde conoces amigos diferentes en cada servicio....

Porque la plática jamas se terminará en un hospital.

Porque para ti los días buenos y malos han cambiado: un día bueno es cuando no se te ha muerto nadie y has podido ingresar 13 pacientes sin que nadie salga herido o complicado, no has comido, pero lo has hecho bien; un día malo es cuando todo lo que has atendido son catarros, diarreas y constipaciones, ningún caso extraordinario...

Porque te encanta ver cómo, tras los grandes esfuerzos que realizas para que algo esté en su sitio (una sonda, un catéter, un parche, etc), el paciente siempre va a hacer aquello que le has dicho explícitamente que no haga.

Por lo sorprendente que es ver que la comida favorita de tu paciente es justo la que más daño le hace.

Porque solamente puedes aprender a vivir cuando has visto la muerte de cerca y cuando ves como la gente buena se muere y la gente mala se salva, cómo la muerte no discrimina.

PORQUE VALEMOS MUCHO MAS DE LO QUE PIENSAN Y HACEMOS MUCHO MAS DE LO QUE IMAGINAN


Por todo esto y más, AMO SER MEDICO....!

... UN ABRAZO A TODOS.

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